Riesgo de un año de neumonía y mortalidad en pacientes con disfagia postictus
En las primeras etapas del accidente cerebrovascular, el uso de una sonda nasogástrica puede reducir complicaciones como la desnutrición, la deshidratación y la neumonía. Sin embargo, su eficacia a largo plazo es controvertida.
Ho CH, Lin WC, Hsu YF, Lee IH, Hung YC realizaron un estudio de cohortes retrospectivo utilizando la Base de datos de investigación del seguro nacional de salud de Taiwán para investigar las asociaciones entre la disfagia, la tasa de readmisión por neumonía y la mortalidad 1 año después del accidente cerebrovascular. Se inscribieron pacientes que habían recibido su primer diagnóstico de ACV y rehabilitación hospitalaria desde el 1 de enero de 2006 hasta el 31 de diciembre de 2010. La presencia de disfagia se determinó por el número de tubos nasogástricos recibidos (≥2 se clasificó como disfagia, <2 como control). Las parcelas de Kaplan-Meier con pruebas de rangos logarítmicos revelaron diferencias entre los 2 grupos, y se usó un modelo de regresión de Cox para estimar la razón de riesgo.
Hubo 5032 pacientes en el grupo de disfagia y 52,323 pacientes en el grupo de control. El grupo con disfagia tenía una mayor probabilidad e incidencia de neumonía (18.78% versus 6.52%, P <.001 y razón de riesgo ajustada [AHR] = 2.00, intervalo de confianza [IC] del 95% = 1.84-2.16) y una tasa de mortalidad más alta ( 10.45% versus 4.77%, P <.001; AHR = 1.61, 95% CI = 1.46-1.79) 1 año después del accidente cerebrovascular.
CONCLUSIONES:
La asociación persistió hasta el punto temporal de 5 años después de la apoplejía. Los resultados sugieren que el uso prolongado de sonda nasogástrica tiene efectos negativos. La evaluación intensiva de la disfagia y la extracción de la sonda nasogástrica en las primeras etapas del accidente cerebrovascular pueden reducir la incidencia de neumonía y la mortalidad.
2018 National Stroke Association. Publicado por Elsevier Inc.
PMID: 29395642 DOI: 10.1016 / j.jstrokecerebrovasdis.2017.12.017
